Los acuerdos de Barbados han hecho posible la supresión de las sanciones energéticas en contra de Venezuela, y eso ha supuesta que Caracas adelante conversaciones con media docena de multinacionales con el objeto de restaurar su producción de petróleo, en un contexto en el cual la oferta mundial, y la estadounidense en particular, podría estar necesitada de crudo venezolano para estabilizarse.